02 octubre 1995

Memorando a Rafael Fernández Piñar

Obra de Raphaël Marvie

Abogado laboralista, militante político de izquierdas y progreso Que, de fallecer acaba el 9-8-95. Nunca más que esta vez más estúpida la muerte; nuestro amigo, compañero, camarada.

PRINCIPIO FÍSICO ELEMENTAL: La materia ni muere ni desaparece: Se transforma.

Como dijo Bertolt Brecht: A la buena gente se la conoce en que resulta mejor cuando se la conoce.

Deseo descansen, sean fértiles tus cenizas. Decirte quiero que antes, atraíanme las tierras, las playas, la natural belleza del Cabo de Gata. Que ahora, tu voz hácenmelas necesidad. Que cuando el mar vea, su agua en mi cuerpo sienta, sabré que te estaré abrazando, tú, a mí también; que la vida, entonces, habrá recobrado ritmo. Que juntos estaremos fundidos -al fin- en esa inmensidad solidaria y alegre que demandamos, que exigimos. Que ambos -y otros- construimos.
Ser. Decir Mediterráneo, ya es igual a ti, a pronunciarte a ti, Rafael: Saber que sois Patria nuestra; vieja y nueva. Allí, aquí, beberé cerveza fría y abundante, iré de nuevo al chamizo más humilde contigo. Tomaremos, el más exquisito manjar, el más nuestro de los alimentos, la más elemental de las ofrendas.
Sí, igual, trataré de amar a una mujer, simple, limpiamente, como tú, por amar y, ese gozo -cual llegue-, también será tu triunfo; habremos aprendido, habremos crecido; será ello nuestro epitafio: La memoria que ha de transcendernos.
Te prometo no dormir, estar despierto siempre, rotas las cadenas de las formas estrechas, de los dogmas hueros, de las palabras añejas y vacías, de lo contrario a lo en sí mismo; aportar lo que soy.
¿Qué más, dime? ¡Acepto!. Sí, somos lo que somos -ya sé-, nunca a ello renuncié ¿Te acuerdas del debate sobre Marx?. Nunca en tiempo otro los dialécticos estuvimos más vivos que ahora, con más razón ¿Qué desgracia -para los poderosos-, más inoportunos!. Tú, eres ejemplo. Ya sé que mínimo, elemental, grumo; mas: ¿De qué nace el trigo, la flor, el viento, la aural palabra, la sinfonial grandeza de las sencillas cosas, la perpetua esperanza de, para el hombre, un mejor destino?.
Termino aquí, tendremos otras palabras, hasta luego hermano. Hasta luego. Aquí termino; duéleme la razón, la voz, la mano de nostalgia. Hasta luego, hermoso, compañero.

En ti, en tanto nosotros la vida

Salud
y
Libertad