05 mayo 2006

Conmemoración

Obra de Guillermo Ceniceros
Es verdad que la celebración del 1º de Mayo, o cualquier otra de clase de evento de clase, no es lo que fue, día de reivindicación y movilización, de lucha y de recuerdo de los caídos. Sí, caídos. Sí, lucha. Y no lo es, al menos en nuestro país, por distintas consideraciones. Una, la desmovilización provocada por el paso de una efectiva y continua acción reivindicativa y confrontadora a una situación que pareciera expresiva de vivir en el mejor y más inconmovible de los mundos posibles. Dos, por lo generalista de las propuestas reivindicativas que se esgrimen; es decir, excesivamente alejadas de lo concreto y de todos, aún la innegable importancia que puedan tener en un momento y para un fin determinado. Tres, por la falta real de liderazgo de las opciones de izquierda en la expresión de las aspiraciones colectivas de cambio, factor que hace parecer que todas las opciones son iguales, que da igual quien y para qué lidera el gobierno y la sociedad. Cuatro, por el poder real del neoliberalismo que nos atenaza, que desarma a las grandes mayorías a través de los múltiples señuelos consumistas y propagandismos que hacen aparecer como real lo que no es más que apariencia, espejismos sociales y propaganda. Para decirlo con palabras llanas: sí, el capitalismo nos tiene socialmente y cultural bien cogidos por los bemoles.

Puede ser que existan otras causas pero estas me parecen básicas. Preferimos la tremenda, diaria y ordinaria guerra de las carreteras al acercamiento al acto y la presencia activa y afectiva del compañero. Preferimos el destrozo físico y la algarabía insufrible del “descanso turístico” al hecho solidario y trascendente con nuestro concurso del acto de clase convocado. Preferimos el consumo desaforado y el consiguiente embargo económico y la sordidez de la impávida verborrea bancaria, al hecho crucial de la imposición del reparto justo de la riqueza que recreamos. Preferimos dorarle la píldora al enemigo de clase, social y económico, a decir la palabra obrero, compañero, lucha, objetivo ¡Cuánta! Cuántas derrotas las sufridas para llegar a esto.

Cambiar, mutar, transformar, significar, no son tér